ÉTICA DE LA EMPRESA

“ÉTICA DE LA EMPRESA”

Dña. Adela Cortina Orts

RACMYP.

D. Jesús Conill

Universidad de Valencia.

10.00 H

ÉTICA DE LA EMPRESA PARA EL SIGLO XXI

Dña. Adela Cortina Orts

RACMYP.

En los años setenta del siglo pasado nació una nueva ética de la empresa, con un doble mensaje: las buenas empresas son un bien público, benefician al conjunto de la sociedad, y a la vez la ética es rentable para las empresas. El discurso de la Responsabilidad Social, el Pacto  Global de Naciones Unidas, la vinculación entre Empresa y Derechos Humanos o los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 20:30 son eslabones de una cadena que pide la colaboración de las empresas para construir sociedades justas; sin ellas es imposible conseguirlo.
Por eso es una ideología trasnochada la que intenta enfrentar al poder político, el económico y el ciudadano, porque el trabajo conjunto entre los tres sectores es irrenunciable. Si el Estado debe velar por el bien común, las empresas son las que pueden proporcionar bienes materiales y bienes intangibles para que la sociedad prospere y atienda a las exigencias de justicia que plantean los derechos humanos. Tender puentes es necesario para desactivar las polarizaciones que destruyen la vida compartida y para crear confianza. Afortunadamente, crece el número de empresas que apuesta por asumir la ética como un componente de su ADN y se prepara para responder con ese bagaje a los retos que plantea el nuevo siglo. De ellos tratará esta ponencia.

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11.00 H

DESCANSO

11.30 H

PERSPECTIVAS ÉTICAS DE LA ECONOMÍA

D. Jesús Conill

Universidad de Valencia.

En el tema actual de las posibles perspectivas éticas de la economía se entremezclan lo que hoy se suele entender como ciencias naturales, ciencias sociales y humanidades (o ciencias humanas y ciencias del espíritu [Geisteswissenschaften]), y todas ellas bajo el nuevo imperativo tecnológico, que impele incluso a considerar la ciencia en general como tecnociencia. Tras los horizontes antiguo y moderno de la ética y la economía, y situados ya en el contexto de nuestro tiempo, sentimos de modo especial el predominio de lo económico, que se ha encarnado en
los procesos de globalización y mundialización, de tal manera que también en nuestro momento histórico sigue siendo problemática para muchos la unión entre ética y economía. Lo más normal es que se susciten recelos y sospechas, tanto por parte de los profesionales como de los ciudadanos. A lo sumo, se piensa que la ética ejerce una función cosmética en la vida económica, con el fin de crear una buena imagen o reputación. Frente a esta sensación inmediata, convertida ya en un prejuicio bastante extendido, de que el mundo económico y el ético son irremediablemente incompatibles, quisiera recordar algunos hitos históricos que pueden iluminar nuestra mente y ofrecernos pistas para
comprendernos mejor a nosotros mismos, es decir, cómo se ha llegado a creer lo que creemos sobre la relación entre ética y economía. Porque esta creencia es un producto histórico, una interpretación, que está marcando nuestra vida real, pero oculta el impulso innovador de la ética en la vida económica.

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